VISITA A EL BOSQUE.
- Primero visitamos el molino. Es uno de los últimos molinos hidráulicos que existen en España. Su funcionamiento, nos lo explicaron el padre y el hijo, por cierto, dueños del molino.
- El hijo nos explicó su funcionamiento poniéndolo a trabajar para que viéramos como separaba la harina del salvado.
- Después pasamos al taller y tuvimos la oportunidad de hacer el cernido manualmente como se hacía antaño. Una vez cernida la harina, la llevamos a la amasadora, donde hizo su labor el padre, indicándonos como conseguir una buena masa. Una vez hecha, nos dio una cantidad de masa a cada uno, para que elaborásemos nuestro propio mollete, cada cual hizo la pieza como quiso y una vez hechas las pasaron al horno.
- Después fuimos al museo del queso, nos pusieron un video, para ver el proceso de elaboración, muy interesante, por cierto, y a la salida, nos invitaron a una degustación de varios tipos de queso.
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- En
la “Venta Julián” almorzamos, en las mesas habían puesto el pan que habíamos
hecho nosotros. Buen almuerzo y buen. Servicio.
- Iptuci". estas salinas se encuentran, en el término municipal de Prado del Rey. tienen más de 3.500 años, actualmente siguen produciendo y son las únicas en la provincia de cádiz, constituyen un fenómeno exclusivamente ibérico, dentro del continente europeo.
- Las particularidades de estas salinas, nos la explicó, con conocimiento de causa, el salinero que la trabaja.
- Estos yacimientos en la península ibérica, se deben a depósitos sedimentarios salinos. Fueron originados por el mar cuando cubrían la mitad de la península ibérica. Las salinas Romanas de Iptuci están situadas en pleno Parque de los Alcornocales. Datan de la edad del bronce y actualmente son las últimas salinas de interior que se mantienen en funcionamiento en la provincia de Cádiz.
- La existencia de manantiales de agua constante durante todo el año, de elevada salinidad, dio lugar a la explotación fenicia hace 3.000 años. Los manantiales tuvieron su máximo esplendor en la época romana, coincidiendo con la implantación en el siglo II de la ciudad de Iptuci, en el monte Cabezo Hortales. Desde entonces, nada ha variado respecto a la forma de extraer la sal.
- Comienza el proceso con la conducción de las aguas del manantial hacia unas balsas para su almacenamiento que en estas salinas están practicadas sobre la misma arcilla del terreno. Estas son conocidas como calentadores, y tienen una triple función; por un lado permiten almacenar la salmuera, por otro lado el agua aquí aumenta su temperatura, y finalmente precipitan sales no deseadas, como los sulfatos de hierro (aguas ferruginosas) y calcio, yesos en general, cuyos cristales pueden observarse en algunos puntos.
- Desde Junio, el agua se pasa de los calentadores hacia otras balsas denominadas cristalizadores, construidas aquí en mampostería con piedras calcáreas en su mayor parte, y de poca profundidad. Es en estos elementos donde tiene lugar la precipitación de la sal. El agua siempre se está moviendo aquí por gravedad, desde la zona más alta de la salina (zona del manantial) hasta la zona más baja, la próxima al arroyo Salado.
- Existe un acueducto, posiblemente de origen romano, que salva un arroyo estacional y que ha sido reconstruido conservando los elementos originales.
- La sal se acumula en los pasillos salineros donde se produce el secado final, confiriendo a la salina un aspecto muy singular durante el verano. De ahí, bien se almacena tal cual o en sacos para su distribución y posterior venta de más de 300 toneladas anuales de sal.
- Uno de los productos más destacados es la flor de sal, que precipita hacia el ocaso en la superficie del agua, siendo este el momento propicio para su recolección.
- Grupo de alumnos del Aula Universitaria de Mayores que participaron en esta visita.