Resumen de la confererncia del profesor Manuel Jesús Parodi Álvarez
Isabel I de Castilla, nieta e hija de reyes, nació el 22 de abril de 1.451, en Madrigal de las Altas Torres ( Ávila).
No estaba destinada a reinar, pero a la muerte de su hermano, Enrique IV y ya desposada, se autoproclamó reina de Castilla.
Para poder casarse con Fernando II de Aragón, (primo segundo) falsificaron una bula, de un supuesto papa, ya fallecido. este matrimonio, se celebró sin pompa y Fernando II de Aragón, tuvo que acudir a su boda en secreto y disfrazado de mozo de mula, de unos mercaderes.
La Corte de la Reina estaba formada por intelectuales:
• El cardenal Cisneros, al que se le consideraba, el tercer rey católico. Tenía una personalidad fortísima, e hizo trabajos sucios, para que los reyes no figuraran.
• Antonio de Nebrija. Publicó la primera Gramática sobre la lengua castellana. Se ocupo de extender las lenguas nativas de américa, aunque el castellano era vital y el vehículo de información.
1. Isabel aspiraba a construir una monarquía fuerte y unificada, no solo en términos territoriales sino también ideológicos:
• Unificación territorial con la unión dinástica con Aragón.
• Final de la Reconquista con la toma de Granada (1492).
• Unidad religiosa mediante la expulsión de los judíos (1492), la conversión forzosa de musulmanes y la instauración de la Inquisición.Esta visión de una España “una, grande y católica” era el pilar para justificar una autoridad universal.
2. Relación con el papado y la fe
Isabel se veía como defensora de la fe católica y del orden cristiano. La concesión del título de Reyes Católicos por el papa Alejandro VI en 1496 reforzó su legitimidad religiosa.
Esta dimensión sagrada del poder era esencial en la idea de monarquía universal: un rey que gobernara no solo sobre tierras, sino también en nombre de Dios, como guía de la cristiandad.
3. Expansión ultramarina
El apoyo a Cristóbal Colón y los viajes de exploración hacia América se entendían no solo como expansión territorial y económica, sino también como una misión evangelizadora universal. Isabel consideraba que los nuevos territorios debían integrarse bajo el poder de la Corona y bajo la fe cristiana.
4. Legado en sus herederos
Aunque Isabel no fue emperatriz, su visión política y religiosa influyó enormemente en su nieto Carlos I, quien sí aspiró a la monarquía cristiana universal, siendo emperador del Sacro Imperio y rey de un imperio donde “no se ponía el sol”.
Conclusión:
Isabel I no estableció una monarquía universal en sentido estricto, pero sí fundó el ideario y las estructuras políticas y religiosas que la hicieron posible. Su gobierno representó el inicio de una España que se veía a sí misma como el brazo de Dios en la Tierra, llamada a liderar el mundo cristiano.