Acompañados por guías especializados un grupo de alumnos visitamos Ronda (Málaga) y Setenil de las Bodegas (Cádiz), dos ciudades muy interesantes, dentro del programa cultural de la Asociación del AUM.
RONDA
Enclavada en el centro de la Serranía de su nombre, con una población 35.000 habitantes, está rodeada de exuberantes valles fluviales y asentada sobre un profundo barranco labrado por el río Guadalevín. Ronda es una ciudad que por su historia, arquitectura y belleza merece la pena visitar. Es una de las ciudades más visitadas de España y la tercera de Andalucía.
Un poco de historia: Fue Julio César quien nombró a Ronda ciudad por primera vez, en el siglo I a.C. Quedan sus ruinas (Acinipo) llamada Ronda la Vieja. Los árabes cambiaron el nombre de la ciudad a “Izna-Rand-Onda” quedando finalmente, Ronda.
Empezamos nuestra visita por el Puente Nuevo, sobre el Tajo que cruza el Guadalevín. terminado en 1793 y se tardó 42 años en construirse. A su lado está el Parador desde el que se puede contemplar unas vistas increíbles.
Admiramos la plaza de toros de la Real Maestranza que es uno de las más antiguas y pintorescas de España. Fue construida en 1785 por el arquitecto José Martín de Aldehuela, el mismo arquitecto que construyó el Puente Nuevo.
Quienes visitaban Ronda en época musulmana entraban a la ciudad a través del Puente Árabe, para llegar al centro de la ciudad pasando por el ahora decrépito Puente de la Cijara. La puerta de la ciudad más grande y más protegida fue el Almocabar. Las Murallas del Carmen se han reformado recientemente. Allí se dan cita numerosos eventos culturales y tiene la Iglesia del Espíritu Santo, justo al lado,
Dimos un pequeño paseo por la Plaza Duquesa de Parcent, la más pintoresca de Ronda, llena de monumentos. Allí está la iglesia de Santa María la Mayor que es el monumento más destacado. Una iglesia que tardó más de 200 años en construirse y es una mezcla de estilos gótico y renacentista.
Otro lugar pintoresco que visitamos fue los Jardines de Cuenca que se encuentra en la cornisa del Tajo y se distribuye a través de una serie de terrazas. Las vistas son fantásticas.
También disfrutamos de unas espectaculares vistas desde el Mirador de la Aldehuela y del llamado popularmente “balcón del coño”, por la sorpresa producida en los que se asoman a él.
SETENIL DE LAS BODEGAS
Visitamos Setenil de las Bodegas (Cádiz), pueblo famoso por la singularidad y belleza de su entramado urbano. Tanto es así que fue declarado Conjunto Histórico y es uno de los principales destinos turísticos, Los llamados pueblos blancos de la Sierra gaditana. Se trata de casas que están excavadas en una montaña: los tejados son las propias rocas. Las calles están adaptadas al curso del río Guadalporcún y sus habitantes han sabido aprovechar el tajo que el río forma en la roca para construir las casas. Este tipo de viviendas tiene el nombre de “abrigo bajo rocas”: las casas no están excavadas en la, sino que se cierran las paredes rocosas para después hacer las casas. Esto ha dado lugar a rincones tan bonitos como las calles de la Cuevas de la Sombra y de las Cuevas del Sol, que tienen la particularidad de que solo podemos ver la roca de la montaña, en lugar del cielo, cuando miramos hacia arriba. Admiramos desde fuera, su Castillo situado en la parte alta del casco urbano que data de los siglos XIV y XV, pero aún conserva la Torre del Homenaje y un aljibe. Pertenece al Patrimonio Histórico Español desde 1985. Visitamos la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, que en realidad está formada por dos iglesias: una de estilo mudéjar y la otra gótica, de los siglos XV y XVII. Al estar situada en la parte alta del casco urbano, es posible verla desde cualquier punto de Setenil.
Es de destacar el llamado Torreón que es el único ejemplo del antiguo alcázar que sigue en pie. Se construyó durante la ocupación árabe, aproximadamente durante los siglos XII y XIII, como defensa de la ciudad. Juan II de Castilla necesitó siete intentos para conquistarla y lo consiguió finalmente en 1484. Su nombre actual procede del latín Septem-Nihil que significa “siete veces nada”.
También pudimos ver el aljibe, una construcción subterránea y parcialmente excavada en la roca sobre la cual se asienta.