Entre el 17 y el 19 de septiembre llevamos a cabo una visita cultural organizada por la Asociación que jamás podrá ser calificada como “una más”.
Llegamos a Toledo al mediodía y tras el almuerzo en un Cigarral, actualmente hotel de cinco estrellas, desde el que se dominaba el Noroeste de la ciudad de Toledo, un guía local nos mostró otras admirables vistas de la Ciudad Imperial con una gran profusión de detalles sobre la historia de la misma.
El asombro continuó en un paseo posterior recorriendo algunas calles del centro, la Judería, la Catedral, diversos edificios de estilo mudéjar, etc. Después nos dirigimos a Talavera de la Reina, donde pernoctamos.
Al día siguiente, fuimos trasladados al parque temático Puy du Fou, un lugar en donde viviríamos una serie de experiencias en las que la sorpresa se mezclaba con la emoción y las puestas en escena de diferentes momentos históricos se recreaban con el concurso de bellas coreografías, de músicas de todas épocas, de actuaciones dignas del Circo del Sol, con exhibiciones artísticas, juegos de luces y soluciones inexplicables que daban vida a grandes escenarios, mientras modificaban su fisonomía en función de las necesidades de las sucesivas escenas del relato.
Puy du Fou es, sin duda, un espectáculo diferente producto de la sensibilidad y el buen hacer, de la inteligencia y el arte, del ánimo de llegar más allá en la oferta de un ocio que satisface por igual al niño y al adulto, al historiador más exigente, al artista más creativo y al ingeniero más ocurrente.
El día 19, después de un buen desayuno, regresamos a Jerez, deteniéndonos a visitar la ciudad de Monesterio, donde almorzamos, con la sensación de que todas y cada una de las horas que pasamos en el autobús valieron la pena, pues la satisfacción de lo disfrutado en Toledo superó todas nuestras expectativas.
Rosario Montalvo
