OSUNA |
1) Un poco de historia:
La antigua Urso o Ursao
(de aquí el gentilicio usado actualmente: ”ursaonense”, es una ciudad con una
historia dilatada en el tiempo pues su restos arqueológico se remontan al
primer milenio a.c. Se han encontrado restos
tartésicos, iberos (turdertanos),
romanos, árabes…

2) LLegamos puntualmente a las llamadas “canteras”
localizada en terreno de la antigua Urso, de donde se extraía la piedra desde
tiempos remotos para las construcciones del lugar. Existen unas tumbas
escavadas en la roca siguiendo el modelo de las necrópolis tardo romanas. Su
explotación se intensificó a raíz de la intensa labor constructiva desarrollada
por el IV Conde de Ureña.



El deseo de ascender en la
escala nobiliaria lleva a esta familia a acometer una remodelación urbanística
de Osuna para hacer de ésta una localidad monumental y nobiliaria que diera
prestigio a su ducado.



De especial relevancia son
el Palacio del Marqués de la Gomera y la Cilla del Cabildo de la Catedral de
Sevilla, ambos en la calle de San Pedro, declarada una de las más bellas y con
más palacios de Europa.
Visitamos el Monasterio de
la Encarnación, antiguo hospital
rehabilitado por la orden mercedaria en 1626,
es sede del Museo de Arte Sacro. Destacan su retablo mayor de 1724, el Cristo
de la Misericordia y la Dolorosa de Francisco Meneses.
6) La Colegial es un edificio renacentista
construida en el lugar de la antigua parroquia medieval. Alberga una de las
colecciones mas interesantes del barroco. Destaca la portada llamada “Puerta
del sol” decorada con medallones y grutescos. Se expone una talla de Juan de
Mesa, tablas flamencas del s.XVI, valiosas piezas de orfebrería y una colección
de pinturas de José Ribera “el españoleto”.

Con estas dos muestras se
quiere dejar ver el protagonismo que tuvieron dos mujeres, Catalina Enríquez de
Ribera e Isabel de Sandoval, III y IV duquesas de Osuna, quienes, en una
sociedad totalmente patriarcal como era la sociedad del siglo XVII, desempeñaron
un papel fundamental en el ámbito del coleccionismo, del patronazgo y del
mecenazgo artístico de la Edad Moderna.
Esta función de mecenazgo artístico,
llevada a cabo por estas dos valiosas mujeres fue posible en virtud de la
fuerte vinculación que el Ducado de Osuna tuvo con Italia, donde los Téllez-Girón
participaron en la gobernación de ciudades como Nápoles, Sicilia y Milán.